Conocer qué es y cómo cuidar esa zona, es clave para prevenir las patologías que se producen cuando se daña esa parte del cuerpo. La licenciada Guadalupe Vega brindó las nociones básicas al respecto.
«El suelo pélvico es una estructura del cuerpo que cierra la cavidad abdominal, es muy importante porque aloja unas vísceras que son la vejiga con la uretra, el útero y la vagina en el caso de las mujeres, y el recto con el ano.Su importancia radica en las funciones que tienen estos órganos: Evacuación, micción, continencia, función sexual, maternidad… al ser funciones tan propias del ser humano y que van a estar con nosotros hasta el fin de nuestra vida, el mal uso en deportes, esfuerzos diarios, lo afectan mucho y al no conocerse no se magnifica el daño’, explicó a NotiSalud Guadalupe Vega, kinesióloga especialista en piso pélvico.
«Las patologías más comunes son la incontinencia de orina, fecal, que se escapen gases, disfunción sexual en cualquiera de sus tipos, dolor pélvico crónico, pubalgías. El embarazo, el parto, la cesárea, deportes en los que hay un impacto vertical repetitivo, eso lastima muchísimo. Hoy las mamás después de tener los bebés van a hacer crossfit, o Funcional y los abdominales tradicionales predisponen muchísimo a las fugas. Lo peor es que lo naturalizan», agregó la profesional, que también señaló que la edad también es un facto de predisposición, «pero se ve mucha gente con problemas de suelo pélvico. La obesidad, el tabaquismo también son factores de riesgo, la constipación, éste es un tema que daña mucho estas estructuras y uno vive con el rótulo:’bueno soy constipado y vivo’… y no. Hay que modificar, ejercicios, hábitos y demás para que esa persona no se lastime de ese modo».
Aseguró que la prevención «radica en el conocimiento y en el equipo multisciplinario. Por ejemplo, sabemos que el embarazo es un factor de riesgo, lo ideal sería que todas las embarazadas tuvieran una consulta con la fisioterapeuta, se evalúa en el momento, la situación previa y se la adecua para que transite lo más sana posible su embarazo y curse un buen parto, además de los cuidados postparto o de cesárea sean los adecuados» apuntó Vega.
«Cuando hay daño uno tiene que consultar al médico, dan mucha vergüenza, no se sabe si ir al proctólogo, al ginecólogo, al urólogo, al gastroenterólogo… pero no hay que dejar de ir y a buscar una respuesta. Que sea modificación de hábitos primero, después si hay que operar (para corregir), se hace cirugía. Pero no vale una cirugía si sigo constipado, porque ese esfuerzo evacuatorio puede debilitar la malla que se colocó. Si no tomo agua, mis tejidos van a estar en una condición que aunque me opere no van estar óptimos. Siempre haya o no que operar, hay que hacer una modificación de postura, de hábitos, de esfuerzos según en lo que trabaje cada uno», agregó.
Sobre cómo se trabaja una vez que se diagnostica la debilidad o daño en el suelo pélvico, la licenciada aseguró que hay muchos tratamientos para corregir o mejorar las patologías. «Vemos el mecanismo que produjo esa patología y trabajamos con ejercicios, con electroestimulación, con biofeedback, punción seca. Nosotros los kinesiólogos trabajamos también como el ginecólogo, tocamos y vemos como está la musculatura, si siente o no. Si una no sabe cómo la siente. ¿cómo la va a relajar o fortalecer?.Es una zona que compensa todo el tiempo, el trabajo es endocavitario y desde ahí ayudamos a sentir, a relajar… y a veces viene un combo, de repente la asistencia emocional es muy importante en las patologías de piso pélvico, porque o salen cosas del pasado, o del corazón que las pacientes están atravesando y es necesario la asistencia psicológica como parte del tratamiento».